Iglesia de Sant Martí de Tost El baldaquín de Tost El cielo pintado de Tost Estructura, proceso creativo y restauración
Iglesia de Sant Martí de Tost
-La primitiva església romànica de Sant Martí de Tost
-La solemne consagració de l’altar
 
La solemne consagración del altar

Como era costumbre entonces, durante el rito de consagración de la iglesia se depositaba dentro del altar una lipsanoteca o pequeño relicario. En este caso, se trata de una arqueta o cofrecito de madera, con tapa corrediza, que contiene una cruz-relicario, en la cual, según la tirita de pergamino coetánea, se guardaban fragmentos de la cruz y del sepulcro del Señor, así como telas del vestido y del calzado de la Virgen. El estuche, que parece una versión en madera de la tipología bizantina de relicarios metálicos de la Santa Cruz, iba precisamente forrado de un tejido bizantino decorado con dos senmurvs, un animal fantástico de origen persa, mitad perro y mitad pájaro.
 

Una carta del abad Oliba de Ripoll dirigida a Arnau Mir de Tost informa que las reliquias las había adquirido previamente el propio abad en la ciudad italiana de Lodi (Lombardía), y las había enviado al señor de Tost como prueba de amistad y de agradecimiento. De hecho, con toda probabilidad estas reliquias procedían del mismo lote que había servido a las consagraciones de Ripoll (1032) y Cuixà (1040). Tanto la lipsanoteca como la carta –la cual se conserva en una copia del siglo XIII– fueron encontradas el año 1922 por Pere Pujol i Tubau en la antigua rectoría de Tost, e ingresaron en el MEV el año 1930.
Créditos